En el noroeste de Argentina se encuentra la pequeña ciudad de Salta, cuya catedral es también un hito mundial. Situada en el centro de la ciudad, se comenzó a construir en 1856 en el lugar que ocupaba una antigua iglesia destruida por un terremoto. Terminada en 1882, la fachada de la catedral presenta un diseño especialmente ornamentado.
El interior barroco también es de gran valor y, desde su construcción, la catedral ha conservado hermosas vidrieras, columnas, un suntuoso altar dorado y otros elementos únicos de decoración. La iglesia alberga ahora un interesante museo, con una colección de arte y antigüedades. Los visitantes pueden contemplar hermosos muebles antiguos y objetos del traje nacional, así como numerosas esculturas y pinturas de gran calidad.
La catedral es el monumento arquitectónico más espectacular de la ciudad, con una fachada de color rosa y dorado. Muchos turistas prefieren verla por la noche, cuando está bellamente iluminada. La plaza junto a la catedral es uno de los destinos favoritos de turistas y lugareños, y sigue siendo escenario habitual de interesantes actos culturales y sociales.