Colombia es un país devoto con una arquitectura religiosa que refleja su propia diversidad. Sus iglesias y catedrales son algunos de sus hitos más impresionantes, pero también cuentan historias únicas y son testigos de momentos clave en la historia del país.
Las Lajas, Pasto
Las Lajas suele considerarse una de las iglesias más bellas del mundo. Esta iglesia basílica se construyó en el cañón del río Guayitara, en Ipiales, a dos horas en autobús de Pasto (Nariño), y se eleva unos 100 metros desde el fondo del cañón, conectado al otro lado por un puente. Se terminó de construir en 1949, en el lugar donde una mujer y su hija, escondidas de una tormenta en 1754, vieron una imagen de la Virgen María en una piedra que aún puede verse.
Catedral de Sal de Zipakir, Kundinamarca
Esta asombrosa catedral de sal cerca de la ciudad de Zipakira, Cundinamarca, está construida dentro de los túneles de una antigua mina de sal a unos 200 metros bajo tierra y atrae a más de 3.000 fieles cada domingo. De hecho, es una iglesia nueva, inaugurada en 1995 en el emplazamiento de otra más antigua, con 14 pequeñas capillas en la entrada, tres naves y una cúpula principal. La mejor manera de visitar Zipaquirá es tomar el Tren Turístico de la Sabana, que circula los fines de semana y también para en Cajicá.
Catedral de Manizales, Manizales
La Catedral Basílica Metropolitana Nuestra Señora del Rosario domina el perfil de la ciudad de Manizales en Caldas, en el centro del distrito cafetero de Colombia. Con 113 metros de altura, es la tercera catedral más grande de América Latina. La catedral, con capacidad para más de 5.000 fieles, posee un majestuoso baldaquino sobre el altar mayor y una arquitectura neogótica, además de unas vistas impresionantes de la ciudad si se tiene aire suficiente para subir a lo alto de una de sus cinco agujas.
Catedral Primada, Bogotá
La impresionante catedral neoclásica de Bogotá domina la plaza principal de la capital, la Plaza de Bolívar. Se construyó a principios del siglo XIX en el emplazamiento de una pequeña capilla de paja levantada durante la fundación de la ciudad en 1538 (y cuyo nombre se cambió de la local Bacata a Bogotá). Algunos historiadores afirman que aquí se celebró la primera misa de la ciudad. En su interior, la iglesia es espaciosa y relativamente escasa, y en su capilla mayor se encuentra la tumba de Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá.
Iglesia y monasterio de San Pedro Claver, Cartagena
La iglesia y monasterio de San Pedro Claver, en la plaza de San Pedro Claver de Cartagena, es una visita obligada, aunque sólo sea por la historia del propio San Pedro. El «esclavo de los esclavos» fue un monje que dedicó su vida a servir a los esclavos traídos a Cartagena y que más tarde se convirtió en la primera persona canonizada en el Nuevo Mundo. Esta majestuosa iglesia de piedra con vidrieras y un altar mayor de mármol italiano aún alberga los restos de San Pedro, y los visitantes pueden visitar la celda donde vivió y murió.